Marta, una estudiante de las eso, con un pequeño problema, le hacían bullying dado que aquella pequeña discapacidad le impedía hablar con claridad. Un día, Marta estaba tan harta de su vida y de tanto sufrimiento, que decidió que no volvería a sufrir, que le diría adiós a todo.
A la mañana siguiente, el cadáver de Marta apareció en su cama, con los ojos cerrados abrazado a un bote pastillas.
me parece un texto muy interesante tambien un poco habitual pero muy bien escrito
ResponderEliminarJuan Ramón Jiménez