viernes, 29 de abril de 2016

LA ARQUITECTURA DE LOS SENTIMIENTOS

Después de tantos años en esta enorme casa, encerrado sin poder salir, sin que un miserable rayo de luz iluminara mi rostro o calentase mi cuerpo. En este lugar cuyas fronteras eran las paredes que dividian la mansión por la mitad. Desesperado aferraba mi cuerpo a las esquinas y a las paredes de la inmensa habitación con el único propósito de hacer que mi mundo fuese mas grande.
Los gritos, los llantos, las risas, las peleas, las fiestas desde el otro lado, corrian hacia mi todos los días persiguiendome hasta caer rendido, creando la arquitectura de los sentimientos torturadores que mi inherte existencia le era imposible reconocer. Pero ahora si estoy seguro de mi libertad, ahora puedo gritar a los cuatro vientos:
"Soy el amo de mi destino,
soy el capitán de mi alma."

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